Siguiendo la iniciativa nacional y europea al respecto, se pretende desarrollar una acción frente al radón que permita conocer con una mayor precisión la magnitud del problema y la elaboración de mapas de evaluación de riesgo ajustados a la realidad del territorio canario. Esto permitirá intensificar la toma de datos en las zonas en las que se prevean mayores niveles de concentración para el establecimiento de medidas preventivas, en unos casos, y correctoras, en otros, que permitan reducir la exposición de los ciudadanos a los efectos de este gas en ambientes interiores.