Medidas para reducir la concentración de radón

1. De forma natural

En el caso de que la vivienda disponga de unos niveles de concentración de radón en aire altos, pero próximos al nivel de referencia (300 Bq/m3), podría bastar con mejorar la rutina de ventilación de las estancias si el clima lo permite. Esto sucede porque los niveles de concentración de radón son muy sensibles al régimen de ventilación. Para ello, se aconseja que se genere una ventilación cruzada en la estancia durante un espacio del tiempo al día, consiguiendo que disminuya la concentración de este gas hasta un nivel adecuado gracias a la salida de aire con altos niveles de radón y la entrada de aire del exterior.

2. Ejecutando soluciones constructivas

  • Barrera de protección

Es una medida de protección pasiva consistente en la interposición de una lámina protectora tipo “lámina impermeabilizante” entre el terreno y los elementos constructivos en contacto con éste (cimentación, solera, muros), de tal manera que se impida la penetración del gas radón procedente del terreno al interior de los recintos del edificio.

barrera de proteccion de radon
Esquema de la barrera de protección frente al radón. Fuente: Guía para la protección frente al radón de la Junta de Extremadura.

Esta solución permite de una vez proteger frente a la entrada al radón (con una reducción estimada del 96%) y frente a la humedad.

Una de las principales desventajas que presenta esta solución es su difícil implementación en edificios existentes. Esta barrera de protección podría colocarse en el interior de los elementos constructivos que están en contacto con el terreno, pero es difícil desde el interior evitar la entrada del gas, pudiendo buscar alternativas de entrada en zonas superiores al límite de la barrera.

  • Espacio de contención ventilado

Es una solución constructiva consistente en una cámara de aire, ya sea horizontal (forjado sanitario) o vertical en función del cerramiento a proteger o por un local no habitable ventilado (como garajes o trasteros). En cualquier caso debe disponer de ventilación natural o mecánica.

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Esquema de espacio de contención ventilado. Fuente: Guía para la protección frente al radón de la Junta de Extremadura.

Este espacio debe conectarse con el exterior con aberturas de ventilación libres de obstrucciones. 

En cámaras de aire horizontal con ventilación natural, debe disponerse aberturas de forma homogénea en todas las fachadas. En caso de cámaras de aire vertical, debe disponer aberturas en la zona superior. 

En el caso de emplear locales no habitables (como garajes o sótanos), será suficiente con cumplir lo indicado en las normas DB HS 3 del Código Técnico, o el Reglamento de Instalaciones Térmicas de los Edificios (RITE).

Este tipo de soluciones permite, no sólo reducir considerablemente la entrada de gas radón en el interior del edificio, siendo una de las soluciones más efectivas, sino que también ayuda a prevenir la entrada de humedad en espacios habitables, mejorando el confort.

No obstante, al igual que la barrera de protección, su implementación en edificios existentes es muy limitada y es una solución que requiere además de un mayor coste.

  • Sistemas de despresurización del terreno

Es una medida activa correctora frente al gas radón en edificios. Consiste en la disposición de arquetas o tubos perforados dispuestos en una capa de relleno granular bajo la solera del edificio y que están conectados a conductos en cuyo extremo superior se instala un sistema de extracción mecánica. De este modo lo que se pretende es inducir al radón a coger este camino y expulsarlo al exterior desde la parte superior del edificio. 

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Esquema del sistema de despresurización del terreno. Fuente: Guía para la protección frente al radón de la Junta de Extremadura.

Estas arquetas pueden ir en el interior del edificio (bajo la solera), y también es posible disponerlo de forma perimetral. 

Este sistema tiene una gran eficacia en la reducción de los niveles de radón en el interior del edificio, y además es susceptible de ser regulado en virtud de los niveles de radón o del uso. 

Entre las desventajas que presenta es su elevado coste para su implementación en edificios existentes, y su limitación en la ubicación dentro del edificio, siendo conveniente aprovechar patios interiores y perímetro exterior. Además, este sistema requiere mayor mantenimiento, y el extractor puede generar ruidos.

  • Sistemas de ventilación

La ventilación de los locales considerados habitables tiene como finalidad reducir la concentración de radón en su interior, tratando de expulsar el radón y sustituirlo por el aire exterior. 

Suele pasar que los caudales de ventilación de un recinto habitado no sean suficientes, por lo que puede ser preciso mejorar la ventilación mediante la implementación de sistemas de ventilación natural o mecánico. Si la ventilación existente es adecuada, se recomienda no emplear esta solución puesto que puede implicar un incremento de pérdidas energéticas y puede llevar aparejadas depresiones que fomenten la entrada de radón.

Esquema de ventilación. Fuente: Guía para la protección frente al radón de la Junta de Extremadura.

Esta solución es eficaz cuando los niveles de radón en aire son próximos a 300 Bq/m3. Por otra parte, se recomienda que esta solución se combine con otro sistema como los descritos anteriormente. 

A veces basta con la simple incorporación de elementos que fomenten la ventilación natural, como disponer de aireadores en ventanas y/o puertas hacia el exterior, intentando garantizar que tenga el número y las dimensiones suficientes para garantizar una adecuada renovación del aire, así como una correcta disposición que facilite la ventilación cruzada de las estancias.